Tras el tsunami del 27 de febrero de 2010 (27F) en el archipiélago de Juan Fernández en Chile, el único establecimiento educacional del poblado Juan Bautista -el Colegio Insular Robinson Crusoe- fue arrasado por las olas y hasta hoy ha debido funcionar en una construcción temporal, enfrentando los déficits asociados a la falta de superficies idóneas y suministro de servicios básicos.
Enfrentando esta situación, el Ministerio de Educación de Chile invitó a participar en el concurso de anteproyecto de reposición y relocalización del colegio, y cuyo primer lugar fue otorgado a la propuesta de la oficina DRAA. La propuesta ganadora plantea una "arquitectura de meseta, un gran plano horizontal donde se desarrollen las actividades y juegos de un colegio y su comunidad", según sus autores.
Conoce la propuesta ganadora después del salto.
Según los arquitectos: en un lugar de geografía imponente y pendiente inclinada, ubicada a 130 metros sobre el nivel del mar, nuestro proyecto propone generar arquitectura de meseta, un gran plano horizontal donde se desarrollen las actividades y juegos de un colegio y su comunidad. Un volumen que funda el terreno, se escalona prolijamente, mide las alturas de aterrazamiento y contención, y asoma una gran galería cubierta hacia la vista.
Las operaciones básicas son calculadas: una plataforma sólida (la meseta), una galería cubierta amplia (el espacio público) y volúmenes modulares que contengan los programas del colegio (lo privado).
Este volumen es estructurado longitudinalmente a una calle pública, la que se quiebra siguiendo las lomas del terreno, adaptándose a la topografía y reconociendo sus puntos notables. También conecta equitativamente los espacios del colegio, los patios y salas, talleres y oficinas.
IMAGEN
La propuesta contempla generar una imagen endémica del colegio: una respuesta local al encargo, que responda con ideas propias a los lugares fundamentales que componen la tipología educacional. Mientras la imagen es concebida en base a dos variables primordiales: un clima especifico al cual responder y una situación isla que limita el acceso a recursos materiales.
El clima de alta humedad y precipitaciones, con oscilaciones térmicas acotadas por la influencia marina, hacen que la localidad del colegio se exprese con una respuesta única e intencionada: una galería cubierta, longitudinal, horizontal y expresiva que protege el borde del zócalo del colegio, una extensión de la idea de patio techado convertido en eje estructural, identificativo y flexible para varios usos públicos. Éste es el lugar de encuentro por excelencia, de vistas, exposiciones, ferias y juegos, de los alumnos y de la comunidad.
Esta galería recoge las características vernaculares de adaptación al clima húmedo marítimo; protección de la lluvia y sol, pero abierto a vistas, luz y brisas. Por su gran extensión, la recolección del agua lluvia es considerable haciéndola participe del espíritu de diseño sustentable pasivo.
SUSTENTABILIDAD
La sustentabilidad del edificio se considera desde dos aproximaciones del diseño: las estrategias pasivas y las estrategias activas de eficiencia.
Las estrategias pasivas están incorporadas desde el fundamento del proyecto. Éstas contemplan las observaciones anteriormente descritas, que consideran una adaptación del diseño de modo de recoger las particularidades climáticas de la isla y transformarlas en las estrategias de proyecto: la galería, el zócalo y los volúmenes interiores.
Iluminación natural: Las salas y talleres se proyectan recogiendo las intenciones del diseño eficiente, esto es ventanas superiores horizontales que provean de una iluminación homogénea, evitando la penetración de luz directa. Además se contemplan colores claros refractantes en el interior junto con controladores (cortinas o bloqueadores) de la luz lateral de día. La profundidad de planta no excede los 6 metros, garantizando luxes esperables.
Envolvente: Los materiales centrales dispuestos para la construcción de volúmenes, se contemplan con altos niveles de aislación, excediendo lo requerido por la norma (zona 2 NTCH 0.6 W/m2K techumbre y 3W/m2K muros), de modo de reducir al mínimo las demandas energéticas. Preliminarmente se proyecta un edificio que pueda tener una certificación Edificio sustentable convirtiéndose en un proyecto “sello” de las nuevas expectativas para la educación.
Eficiencia hídrica: Dada la alta pluviosidad y humedad del archipiélago de Juan Fernández se proyecta una gran cubierta recolectora de agua. La superficie recolectora por la pluviometría anual entrega un total esperable del orden de 2.000.000 de litros. El consumo diario por alumno es alrededor de 20 litros por los 224 alumnos proyectados da un consumo diario de 4.480 litros.
ENERGÍAS RENOVABLES / SISTEMAS ACTIVOS
El proyecto considera igualmente la implementación de sistemas de producción de energía que queden incorporados dentro del proyecto arquitectónico.
Para esto se ocupan las cubiertas de orientación norte de los volúmenes aislados del proyecto. El cálculo de la pendiente óptima para captación de energía solar indica que se debe calcular 10 + la latitud, lo que arroja cubiertas con pendientes de 43°. En estas superficies se puede instalar una grilla de paneles fotovoltaicos y/o paneles termosolares, que además de suplir una parte considerable de las demandas energéticas del colegio, se convierten en un elemento visible y representativo de la importancia que el colegio le da a la autosuficiencia.
Arquitectos
Ubicación
Aeródromo Robinson Crusoe, Archipiélago de Juan Fernández National Park, Juan Fernández, V Región, ChileEquipo de diseño
Nicolás del Río, Felipe Camus y Magdalena BesomiArquitectos asociados
Germán del Río y Andrés ReyesColaboradores
Elsa Thevenaut, Juan Gigoux y Jakob KlingMandante
MINEDUCÁrea
3638.0 m2Año Proyecto
2015Fotografías
Cortesía de DRAA